viernes, 5 de febrero de 2010

Cuando un amigo se va

queda un espacio vacío. Se nos fue también Tomás Eloy Martinez, el argentino universal. Cada vez que se va algún escritor querido siento que pierdo a un amigo entrañable, aunque nunca lo haya visto personalmente. El año pasado, Mario Benedetti, Idea Vilariño. Los dos uruguayos universales. Ahora Tomás Eloy. Extrañaré muchísimo no leer más sus artículos en la Nación, ya siento la tristeza del espacio vacío.



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